Soledad almorzó de mi carne
En verdad que estoy cansado, me pesan los pies, veo como la mayoría de mis pensamientos se funden por ahí y como se hace de día para que pueda anochecer, ya no tengo claro nada y no se donde me encuentro, solo veo que esta vida es tan larga que no pienso caminar más.
No hay línea de horizonte y no recuerdo como llegar a mi hogar, en realidad creo que ni siquiera tengo uno, trato de respirar o de respirarte pero el viento me arde en el alma y me destroza cada vez más. ¿Sabes?, prefiero los recuerdos, al fin y al cabo he vivido de ellos un buen tiempo aunque odio recordar, el futuro no me importa ya.
Con un gran esfuerzo levanto la mirada y veo tu silueta al fondo del pasillo, hermosa y triste brilla tu alma muy lejos de aquí, quiero llegar hasta allá aunque se que si me acerco te alejas mucho más, creo que no aguanto dar un paso más, lo siento por el corazón pero hice el último esfuerzo y no sirvió.
Tengo los huesos de hielo y arena en mi cabeza que pesa cada vez más, ya no llevo tus ojos en un cofre, he perdido la esperanza y el camino, ya no queda nada, solo lejanías, solo tu mentira y mi fragilidad, no puedo caminar más.