jueves, abril 26, 2007

Cómo escapar de un campo floreado

Esperar el descudido de la más bella del lupanar,
besar su cuello con los ojos cerrados,
ponerle helado de vainilla en el vientre,
desprenderla de su pálido abrigo,
nadar en sus pupilas frias,
refugiarse en su pecho,
dormir tres minutos y medio,
levitar desnudo mientras ella sueña con un cantante,
tomar el abrigo y hacer unas alas sin pulgas,
alzar vuelo sin cantar como ave,
evitar chocar con nubes de plata,
nunca mirar atrás,
grafitear un poema en la bóveda celeste,
aterrizar de cabeza sobre la yerba,
dormir a cero millas por hora,
olerse animalmente,
recordar el viaje,
quitarse las alas y comerlas despacito,
llorar un poco y hacer un lago,
irse nadando de allí.



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